¿Podemos adaptarnos de igual forma al frío que al calor?
El ejercicio en ambiente frío aumenta la capacidad del atleta para eliminar el calor endógeno y reduce la posibilidad de desarrollar un golpe de calor. Inversamente, la producción de calor endógeno y la indumentaria adecuada deben evitar “la hipotermia” (descenso considerable de la temperatura del núcleo central) durante un ejercicio de duración media (< 1 hora), en tiempo frío.
Sin embargo, durante un ejercicio de larga duración (1 hora o más) realizado en ambiente frío, como la “Vasaloppet”, en Suecia, reina de las pruebas de esquí de fondo de 86 km, o también durante los 25 km a nado en un lago, el riesgo de hipotermia es importante. En realidad, la pérdida de calor es superior a la que se produce mediante el ejercicio. Este hecho es particularmente crucial en natación, donde el medio, debido a sus marcadas características convenctivas, favorece la pérdida de calor. Nadar en agua muy fría (<15ºC) es peligroso, debido a los riesgos de hipotermia. Los sujetos que tienen un elevado porcentaje de masa grasa poseen una mayor ventaja para luchar contra el frío (puesto que su núcleo interno está mejor protegido, al igual que aquellos cuya superficie corporal es relativamente menor) que los sujetos delgados (Horvath, 1981).
Por lo tanto, las mujeres, que poseen más grasa que los hombres, tienen más ventaja en las travesías de agua fría, debido a su aislamiento natural. La participación en pruebas deportivas en un entorno frío plantea algunos problemas como la protección de las extremidades, cuya irrigación no es tan buena debido a la vasoconstricción periférica, y como la protección del rostro, sin alterar la respiración (uso de máscaras de los esquiadores de Quebec).
En Canadá, las pistas de esquí de fondo suelen estar jalonadas, cada 5 km, por cabañas. En éstas siempre hay una estufa ardiendo, que permite a los esquiadores reponerse de la fatiga a lo largo de los grandes recorridos. Además, estas pistas están vigiladas por “patrulleros”, encargados de verificar que nadie se aventure en el borde de la pista a -30 ºC. Cuando el viento sopla, hay que añadir el “factor viento” que, al aumentar las pérdidas por convección, agrava las condiciones térmicas.
De manera que la aclimatación al frío se hace mediante dos mecanismo fisiológicos:
- Disminución del umbral de escalofrío, es decir, la temperatura de la piel a la cual el escalofrío se desencadenará (evita que el organismo se agote tiritando y facilita el sueño al no tiritar constantemente). Esto es importante para el ejercicio de alta montaña, donde al frío hay que añadir la disminución de la presión total y de la presión parcial del oxígeno.
- Aumento de la circulación sanguínea periférica para mantener las extremidades calientes.